Habia decidido escaparse de la ciudad una vez mas, alejarse de todo insecto que molestara su espacio privado, que gritara e hiciera todo lo que el odiaba.
Llegó al rancho y arrendó un caballo negro para recorrer las praderas, iba preparado con una mochilla que llevaba comida, agua, etc.
Siendo un experto en cabalgar, anduvo en aquel caballo casi por una hora, hasta detenerse cerca de un lado a descansar, se recostó en el pasto y encendio el cigarrillo.